Yo creo que estamos frente a algo más profundo: un cambio de mentalidad. Las familias no solo buscan un techo; buscan estabilidad, patrimonio y previsibilidad financiera.

El mercado inmobiliario limeño nos está mostrando una señal clara: la compra de viviendas vuelve a tomar protagonismo frente al alquiler. Según el más reciente Informe de Demanda Inmobiliaria de Urbania, hoy el 51% de las búsquedas se concentra en la compra, superando por primera vez en años al 49% que corresponde al alquiler. No es un cambio menor, refleja un nuevo equilibrio en la manera en que los limeños piensan su vivienda y sus finanzas.