El Banco Interamericano de Desarrollo calcula que el déficit de infraestructura en Perú supera los US$110.000 millones para el periodo 2019–2038. Pero no todo está perdido.

La infraestructura influye decisivamente en múltiples aspectos de la vida diaria en el Perú. Desde las posibilidades de acceso a vivienda digna y servicios públicos eficientes hasta el desarrollo económico local y la sostenibilidad ambiental, la infraestructura marca la diferencia en el bienestar de las personas y las comunidades.