Al vender un inmueble, es esencial comprender los impuestos involucrados para evitar sorpresas fiscales. Aquí te presentamos los cuatro impuestos principales que debes tener en cuenta al realizar una transacción inmobiliaria:

1. Impuesto a la Renta: Este impuesto se aplica sobre la ganancia obtenida por la venta del inmueble. La diferencia entre el precio de venta y el costo de adquisición determinará la base imponible. Es importante considerar que existen exenciones y tasas progresivas según el tiempo de tenencia de la propiedad.

2. Impuesto Predial: El vendedor debe estar al día con el pago del impuesto predial hasta la fecha de transferencia de la propiedad. Es aconsejable verificar y regularizar cualquier deuda pendiente antes de concretar la venta.

3. Impuesto a las Transacciones Financieras (ITF): Este impuesto grava las transferencias de dinero realizadas a través de entidades financieras, incluyendo las transacciones inmobiliarias. El monto varía según el tipo y valor de la operación, así que se debe calcular correctamente al momento de vender la propiedad.

4. Impuesto a la Alcabala: Este impuesto se aplica sobre el valor de la transferencia del inmueble y es pagado por el comprador. La tasa varía según la municipalidad y puede ser un porcentaje del precio de venta o el valor de autoavalúo, dependiendo de cuál sea mayor.

Es fundamental contar con la asesoría de un profesional en temas tributarios o un abogado especializado en bienes raíces antes de llevar a cabo una venta inmobiliaria. Conocer y cumplir adecuadamente con estas obligaciones fiscales asegurará un proceso de venta sin complicaciones y sin inconvenientes legales en el futuro.