Durante la pandemia del Covid-19 han ocurrido muchos cambios a nivel mundial y a nivel país, tanto así que debimos replantearnos muchos aspectos del diario vivir, adoptando el aislamiento social y la cuarentena, como medidas recomendadas para contener el riesgo de contagio.

Nuestro rubro es un sector que ha ido posicionándose dentro de la economía peruana representando cada vez más un índice importante del PBI nacional, y su recuperación luego de la pandemia sigue siendo más tangible, con el incremento de la venta de viviendas nuevas, situación que presenta un panorama alentador para el 2021, señaló el departamento de Estudios Económicos del Scotiabank.

“El mercado inmobiliario ha demostrado tener cierta capacidad de recuperación en los últimos meses. Es así como desde abril la venta de nuevas viviendas ha venido aumentando progresivamente”, indicó.
Refirió que si bien para el cierre de año la venta de viviendas sería menor a la registrada en el 2019, la recuperación mostrada en los últimos meses plantea un panorama alentador para el 2021.
“Sin embargo, queda por determinar el nivel de recuperación que se espera para el próximo año, el cual depende de factores estructurales asociados al empleo formal, la sostenibilidad de ingresos a mediano plazo y la decisión de compra, en un contexto en el cual la incertidumbre aún no se ha disipado en su totalidad”, señaló.

Un factor influyente es el apoyo de las inmobiliarias y los bancos, quienes han disminuido la tasa inicial de las ventas de un 10% a un 7.5% que, además, existe la posibilidad de pagarla en un año o dos. Adicionalmente, el crédito hipotecario, que se debía pagar junto a la inicial mientras se construía el proyecto, ahora se puede cancelar cuando se hace la entrega de la propiedad.

Lo que se viene después de la pandemia es un camino de grandes retos pero también con bastante optimismo, que puede ser convertido en una gran oportunidad. La tendencia de los consumidores de inmuebles residenciales será hacia inmuebles con espacios cómodos para el trabajo y estar mejor conectados.

Los espacios de almacenamiento y logística para el sector industrial podrían convertirse en el factor clave de ubicación de una empresa, lo que incrementaría la demanda de este tipo de inmuebles.
La tecnología debe estar presente ahora más que nunca en el sector. Tenemos la gran ventaja de vivir en una era más digital y asequible que permitirá enfocarnos en las necesidades de los clientes y de adaptar la oferta de servicios y productos inmobiliarios a las nuevas tendencias que deja la crisis por la emergencia sanitaria.

Conclusiones

• En base a lo fluctuante de la oferta y demanda actual, se pronostica bajas en los precios a corto plazo y la imperiosa necesidad de la transformación hacia nuevas tendencias en la demanda de inmuebles y en las nuevas tecnologías en herramientas digitales.
• A pesar de la crisis económica y los créditos financieros, la fluctuación de precios permite que haya oportunidades de inversión en el sector inmobiliario.
• Las empresas disminuirán el número de personas en oficinas. Esto, posiblemente, se materializará en espacios de trabajo más reducidos o compartidos (co working) y en el uso más eficiente de los espacios existentes.
• El incremento en la venta en línea de artículos de almacén impactará en la manera de operación de los minoristas, incrementando las demandas de espacio para almacenamiento y disminuyendo las de locales comerciales.
• Los propietarios de locales y centros comerciales deberán ajustar sus operaciones y modelos de negocio, enfocándose en escenarios post COVID-19, para poder mantener el valor de sus activos y garantizar su flujo de caja.

El COVID-19 se convertirá en una oportunidad de evolución para el sector inmobiliario, se visualizan cambios en el comportamiento de los consumidores y las preferencias en la forma de vivir, trabajar y de consumir bienes y servicios, priorizando ahora más que nunca la calidad de vida.