El contexto social e incertidumbre política advierte a los inversionistas. Distintos sectores económicos ya prevén un crecimiento de un dígito para el 2023, entre ellos el de construcción e inmobiliario. ¿Cuál es el panorama y qué proyectos podrían aportar a su crecimiento?

Miguel Honores Medina, presidente del Gremio de Construcción e Ingeniería de la CCL, señaló a gestion.pe que “las expectativas de crecimiento para el sector construcción son inciertas debido al contexto político, económico, social”.

“El 2022 hemos cerrado alrededor del 2% y para este año se tenía previsto un crecimiento de 3% a 3.5%, pero, ahora dependerá de cómo se desenvuelven los acontecimientos políticos en los próximos días o semanas”, precisó.


En esa línea, indicó que el crecimiento para este año viene por inversión en el sector público. “El gobierno ha anunciado que destrabará obras públicas paralizadas. Ya hay una ley que falta reglamentar para ver cómo se va hacer. Tampoco es algo fácil”, mencionó.

Asimismo, Honores detalló que algunas de las obras en cartera que impulsarían el crecimiento son la modernización de los colegios del bicentenario, Línea 2 del Metro, aeropuerto Jorge Chávez, el aeropuerto de Chinchero, el puerto de Chanchay, entre otras. “Por el lado de la inversión privada está todo muy ralentizado. Está muy difícil que se pueda crecer lo necesario. También crecería a un dígito. Este sector es el más golpeado porque en el tema de inversiones inmobiliarias está supeditado a líneas de crédito bancarios y con la subida de la tasa de interés está un poco dura la cosa”, indicó.

Sector inmobiliario
Por su parte, Víctor Saldaña, presidente de la Asociación Peruana de Agentes Inmobiliarios (Aspai), señaló que para analizar el crecimiento del sector inmobiliario se debe considerar el stock de viviendas que no se lograron vender el 2022, las tasas de interés para los créditos hipotecarios y cómo se mueve la oferta y la demanda en los diferentes distritos en zonas de Lima y en provincias donde las constructoras desarrollan proyectos.
“El stock es menor del que se proyectaba porque el año pasado se dejó de construir los proyectos que se tenían programados. Entiendo que ahora hay una serie de proyectos en planos que van a convertirse en productos terminados en uno o dos años. Esperemos que este año haya más proyectos que el año pasado, que las tasas de interés no suban más, tenemos esa expectativa”, dijo.

Asimismo, estimó que las tasas de interés volverán a los niveles que se tenía hace dos años recién a partir del 2024. Respecto a la oferta, Saldaña comentó que en los distritos de Lima Moderna (Lince, Jesús María, Pueblo Libre y san Miguel) tienen una demanda real que “invita a las constructoras” a seguir desarrollando proyectos. “Según he podido conversar con gerentes de constructoras la expectativa de crecimiento no será diferente a la del 2022, debe estar en los mismos rangos, pero hay un seguimiento del mercado para poder ver cómo se proyectan las ventas en provincias. Hay que ver también que el tipo de producto ha cambiado, antes las viviendas se hacían en espacios de 100m2 eran los más construidos y ahora más bien la tendencia está en áreas más pequeñas (60m2) hay varias variables para hacer análisis, y vamos a ver cómo le va en el 2023″, mencionó.

Se mantiene tendencia por alquileres En otro momento, Saldaña dijo que hay un redireccionamiento de la demanda que decide por el momento no acceder al crédito porque no tiene la cuota inicial suficiente o porque la tasa de interés le parece alta. “Además, como los montos de alquiler se redujeron durante la pandemia y no se han recuperado a los niveles prepandemia se convierte en una opción que puede ser interesante para los que evalúan qué es lo mejor para ellos mientras evalúan que baje la tasa”, resaltó.

Fuente. Diario Gestión